sábado, 10 de septiembre de 2011

Adios a Phil Weigand...

Hace algunos años, cuando aún era estudiante de Filosofía, editaba junto con mi mejor amigo Juan Ignacio una revista cultural. Ya saben, esos proyectos cuando uno es idealista y cree que puede contribuir a un cambio de fondo. En una de esas vueltas que da la vida, fuimos a presentar la revista en un congreso de Arqueología en la ciudad de Zacatecas. Ignacio entonces era estudiante de Arqueología, hoy es un pintoresco Mstro. en Arqueología, investigador y demás fraudes (chiste local) y yo, pues desgasto mis días escribiendo y publicando de vez en vez. Jovenes, llenos de sueños y deseos, una tarde caminando nos encontramos con Phil Weigand en una calle de lo más tranquilo, gozando de la invisibilidad que brinda ser una eminencia mundial en su ramo (arqueólogo). Nadie sabía quién era, como la mayoría de ustedes que hoy leen esto no lo saben; nosotros al verlo nos sorprendimos y a falta de un mejor pretexto nos acercamos a obsequiarle un ejemplar de la revista que editábamos en donde se incluía un artículo de Ignacio sobre las problemáticas de la Arqueología en el norte de Aguascalientes. Nos quedamos hablando por horas con él, fuimos a comer y se unió a la mesa su esposa (increíble mujer) y al despedirnos, con más incredulidad que alegría, le solicitamos una entrevista que incluiríamos en el siguiente número. Esa entrevista ya saben, se edito y reviso, se cortaron las muletillas, dando como resultado una entrevista formal, seria, preparada. El sábado pasado, mientras yo subía un texto sobre la militarización en México me enteré de la noticia de su muerte. Lamenté el suceso. Ustedes se preguntarán como es que una persona puede marcar con apenas unas horas de convivencia, pues bueno, cuando Ignacio emprendió su aventura en la Maestría, Weigand fue su profesor y el ergo ya se sabe. Quería escribir algo sobre su trabajo, pero no soy Arqueólogo, eso se lo dejo a Ignacio, en su lugar, me di a la tarea de buscar aquella grabación que tuvo lugar en medio de una calle, con un cigarro y un café para llevar. Héla aquí sin edición tal cuál la hizo Juan Ignacio, con todos los errores, muletillas, barbarísmos y por supuesto, toda la honestidad y naturalidad con que surgió:


Entrevista a Phil Weigand


J: Iniciamos la grabación, estamos entrevistando al Dr. Phil Weigand, que nos hizo el honor de acompañarnos en el tercer coloquio de estudiantes de Antropología, en la Universidad Autónoma de Zacatecas, hoy 24 de Marzo del 2006. Dr. Weigand muchísimas gracias por concedernos esta entrevista.

WEIGAND: Pues gracias por la invitación, y la invitación también a participar en el coloquio, fue a todo dar.

J: Muchísimas Gracias Dr., quisiéramos preguntarle sobre su trayectoria. Sabemos que es uno de los más importantes investigadores del Centro-Norte y Occidente del país, pero nos gustaría que nos platicara un poco cuál es su formación, de que Universidad egresó y bueno, desde cuándo está usted trabajando aquí en México.

W: Bueno nunca ahh salí, nunca gradué de la secundaria; entonces mi educación es de antes, vamos a decir fue muy preliminar; ahh yo y también Acelia mi esposa, somos de raíces campesinos y ahh sin muchas oportunidades de avanzar en la Estados Unidos ni aquí; y en realidad avanzábamos juntos como una pareja con intereses similares. Mi educación formal a nivel de Universidad, fue en la Universidad de Indiana; donde me aceptaron sin diploma de secundaria; y tuve que tomar cursos pues de matemáticas e inglés entre otras cosas, mi primer idioma no era inglés; con acento y todo lo demás y en realidad sin la capacidad de expresarme al nivel Universitario; entonces fue algo… pues de trabajo para llegar al nivel de mis colegas en la Universidad. Un profesor, John Shnaider; doctor en Historia Antigua, me influenció mucho, y mi primer interés era el Mundo clásico, el Mediterráneo y Antiguo del medio Oriente, y tenía ganas de ir a Instituto de Estudios del Medio Oriente American Institut, en la Universidad de Chicago; me ofrecieron una beca pero sin tener… para vivir en Chicago, una ciudad un poco costoso, y entonces tuvimos que buscar una Universidad Pública; y con suerte pues escogí yo a la Universidad del Sur de Illinois, que tenia presencia de… en ese entonces, de varios profesores de importancia; Walter Taylor y J. Charles Kelly, y gracias a ellos, tuve la oportunidad de tener un trabajo, primero aquí en Zacatecas, aunque no fueran mis primeras experiencias en Arqueología; tuve mis primeras experiencias en Arqueología en Mesoamérica. La tía de mi esposa, Acelia García, era una cronista informal de los pueblitos del sur de Jalisco; ella, antes de que ingresé a la Universidad de Indiana, ella nos llevó a varios sitios, en la cuenca de Sayula, cerca de Sucualco; esos lugares al sur de Jalisco, y me fascinó, sin saber nada de la Arqueología Mesoamericana; entonces, … sin la oportunidad de entrar a un programa de las culturas clásicas, de Medio Oriente, decidí yo pues entrar a estudiar Mesoamérica; está cerquita y los profesores como Armilla, pues también estaban dispuestos a querer educarme por que era yo historiador, todavía sigo siendo un historiador; pero quería educarme en una perspectiva de la arqueología y en un contexto de antropología; porque para mi la arqueología sin este contexto, la arqueología y la historia es diletantismo, no es una ciencia, y entonces… gracias a los dos Armillas y a Kelly, tuve la oportunidad de trabajar aquí en Zacatecas, y mi primer experiencia fue en la zona de aquí de Chalchihuites; ahh Kelly me dio la oportunidad de trabajar en las minas prehispánicas de esa zona, y también hacer en el 63 la excavación de un sitio que se llama Potreros de Calichal, en las afueras del pueblo de Chalchihuites. Y esto si fue toda una experiencia; porque en verdad, este fue el primer sitio en el que yo estuve de encargado de estudiante; y un poco después Armillas me llevó a la cuenca de México a Introducirme a la Arqueología, como Aprendizaje cultural, y este es el tipo de arqueología que todavía me fascina, que es mi fascinación para mi. Cuando empezamos de caminar en manera sistemática en la zona de Teuchitlan, esto fue inspirado primero por unos hallazgos en las afueras de Guadalajara y también la tumbas de […] de el arenal, y también un hallazgo de mi esposa Acelia, el taller de Obsidiana grandísima, monumental, en las afueras del pueblo de […], entonces en al año 70, decidimos, ahh pues todo el mundo esta buscando templos perdidos, y solamente esas tumbas no fueron escarbados por los muertos que esta adentro; por el pueblo, por la idea, idea que también acepté yo, una zona donde no hay, no hay; fue la Zona de Mesoamérica detenido por la falta de cosas, y la falta en realidad, era la falta de investigación, no hay era investigación... pero de todas maneras acepté yo esa definición de no ver, en el occidente, una zona de […] y con elegantes tumbas y nada más; y empezamos a caminar entonces en los sitios de superficie, buscando los pueblitos y todo lo demás, pero lo bueno, lo bueno; encontramos pirámides monumentales, campos de regadío en los… primeros años y un patrón de juegos de pelota y todo esto asociado con […], y esto para mí fue una revelación que no hay creer lógicos, hay que investigar las cosas y dejar los […] del campo hablar por sí mismo, desde llegar a una zona y ver las cosas; puede decir, aquí no hay pirámides monumentales, aunque enfrente de uno hay un edificio de 20 metros, y ehhhh entonces regrese yo a hablar con mis profesores, mis inspiraciones, como […] y me dijo él que: “Mira, lo que tú estas diciendo ahora de estos sitios concéntricos monumentales, y de habitaciones muy extensos, juegos de pelota monumentales; lo que hay que hacer es documentar primero, antes de meterte en excavación, documentar un mensaje cultural, definir mas o menos los limites de la zona, y también documentar mas a detalle, la complicación de esta arquitectura tan rara, tan único”. Entonces este fue pues el aviso que tome yo de comenzar, aunque también, tenía yo esas mismas ideas, por mi experiencias anteriores. Por 20 años eso es lo que hicimos, cada oportunidad de hacer más en los campos, con vuelos avionetas, para tomar nuestras propias fotografías, marcar las trazas y todo lo demás, y trabajar intensamente en esta documentación de un paisaje cultural; en una zona de alrededor del volcán de Tequila, y ahí pues supimos que ese era el núcleo, esta civilización, porque afuera de estos valles, alrededor del volcán, las culturas eran mucho más simples al mismo tiempo […], entonces ahh… con las primeras publicaciones, que yo creo que los otros arqueólogos de Mesoamérica, no los creyeron, porque la arquitectura era tan raro, y otro arqueólogos dijeron: “Mira Felipe cuando tu no encuentres una pirámide cuadrado, la erosión a veces se ve como es redondo; en Mesoamérica no hay esas cosas”, Si vemos, y entonces yo ya sabía que eso no era cierto, que esos eran círculos concéntricos muy obvios, en la mataficación, en las fotografías, pero también […] nos dio un aviso, nos dijo: “Miren, hay que inventar, ehhh tres puntos, en la literatura, pero también va a haber conferencias, y no hay que rendir, hay que argumentar y no hay que dejar que la idea de “no hay” dominar la arqueología Mesoamericana en el futuro”. Entonces, con esos apoyos de gente como […] y muchos otros también andaban; no era pocos, eran muchos. Viendo la información, no creyó, y también muchos de esos investigadores […] nos visitaron, a ver los sitios con sus propios ojos; y a través de los años pues, esa documentación, al fin convencimos a una investigación que trabajara de financiar excavación; ya era tiempo… casi 30 años de investigar en superficie, ya era tiempo de hacer excavación; aunque antes de nuestra excavación en los Guachimontones, por eso […] y otros señores, has excavado sitios, como […] con arquitecturas ceremoniales muy particulares; entonces… con el apoyo de jóvenes, más jóvenes que yo, que es arqueólogos, como Lorenzo, que es parte de nuestro proyecto y Javier Galván, empezamos de convencer los políticos, para apoyar la excavación de gran escala en la Guachimontones, que es el sitio más importante de esta población; y ya estamos en el séptimo año, y tenemos mucha superficie, de… el sitio tiene 19 hectáreas, y hemos explorado por la excavación todos los edificios grandes y hemos excavado como el 25% del espacio de este recinto, y el apoyo del colegio de Michoacán siempre ha sido muy importante; todos los entrevistadores del colegio de Michoacán, empezando por Luis Gonzáles, Enrique Marín, Carlos Alarcón , y hoy en día Rafael Diego, nos han apoyado en una manera ideal; dándome la oportunidad de trabajar, en el […] de tiempo completo, pero en el campo, de tiempo completo a la vez sin muchas responsabilidades, en Zamora, hoy en día la Piedad. Esta fue una oportunidad ideal del Colegio de Michoacán, ideal, sin mucha burocracia, sin el tipo de burocracia que existe por ejemplo en el UDG, y con muchas oportunidades y apoyos financiables también; en ayudarnos a desarrollar nuestro programa de investigación. Mi colega constante en todo este trabajo ha sido Acelia García, mi esposa, pero hay muchos otros también, en los años 60’s […], Lorenzo López, Christpher Pickman, la de la Universidad de Colorado, Javier Galván de INAH de Guadalajara, y entre muchos otros personas, algunos que presentaron ponencias aquí en este congreso.

J: Y Doctor, ya para finalizar, y dado, tantos años de trabajo, tantos años de estudio; cuáles son las siguientes metas, o los siguientes objetivos de la Institución del Colegio de Michoacán y de sus investigaciones en el Occidente.

W: Bueno, estamos para completar las excavaciones de investigación y las restauraciones del recinto de los Guachimontones; pero hay un recinto también protegido adentro del […] de INAH del estado de Jalisco, que hoy en día es dueño de esos dos recintos; el recinto cuate, vamos a decir, es Loma Alta a unos 500 metros y toda la zona habitacional entre los dos recintos; es una zona habitacional de miles de hectáreas, y hay total 40 recintos en la antigua ciudad. En loma Alta, es en donde en el futuro, después de este año, si hay obviamente apoyo, como tu sabes, vamos atener una elección en Jalisco y quien sabe si el gobernador entrante va a poner interés en estas cuestiones; pero si hay apoyo entonces el año que viene, vamos a concentrarnos en Loma Alta; ojalá tener nuestras excavaciones terminados de los Guachimontones. Tenemos otro proyecto, en colaboración con […] de UDG Lagos en el palacio de […], un […] monumental, que representa la época post […] y es un edificio muy monumental, estilo… pues hay un dibujo de este tipo de edificio en el […], en el centro de México, aunque esta arquitectura tiene su origen en el bajío me parece, y este edificio tiene 125 metros por cada lado; obviamente era un centro de administración sumamente importante en los días post […], y no podemos entender, prehispánica época prehispánica del occidente de México, sin investigar este edificio que es enorme de 450 hectáreas de edificios; y quien sabe si era ceremonial, pero yo creo que si, y también hay bloques de edificios pegados, es un sitio con espacios verdes pero hay un centro muy, muy compactado, la lastima, es que hay un pueblo arriba de la parte central de la ruina; el pueblo de […]; allá en ese municipio, en el pueblo, hemos tenido problemas con los políticos locales, que no quieren un proyecto de arqueología, porque no quieren la presencia de gente de afuera, no quieren turismo; han sido unas administraciones… aunque son de aquí, en general es una mafia de… no tiene contenido […]; un grupo pequeño de personas que manejan el pueblito por sus propios intereses y no quieren la presencia de gente de afuera. Entonces… la Gente de Oconahua, donde se esta encontrando la ruina, ellos si quieren el desarrollo del municipio y ahora contamos con un dote de una organización Internacional, podemos empezar la investigación; la Secretaría de Cultura, no puede entregar resultados al municipio que no quiere participar; entonces… la Secretaría de Cultura quiere participar pero no puede, por el bloqueo de este grupo de gente, pero con los apoyos internacionales si podemos trabajar, ya pedimos el permisa de INAH; y ojalá que en estas semanas vamos a empezar ya. Con un cambio de gobierno en el municipio, ojalá tengamos también un cambio de opinión, sobre el valor del recurso hermosísimo que tienen ellos en la arqueología. Este edificio es del tamaño del Palacio de Gobierno de Guadalajara, entonces, no era un palacio municipal, era un palacio de un territorio dominado por este edificio administrativo. […] Entonces… hay aventuras todavía en el futuro, si ojalá que… pues obviamente no voy a tener dos vidas pero si, esas son cosas por el futuro, por mis colegas y estudiantes y ojalá algunos de aquí también.

J: Ojalá, Dr. Weigand le agradecemos mucho la entrevista y la colaboración; y de nueva cuenta ha sido un honor tenerlo a usted en nuestro coloquio y pues darnos la facilidad de poder realizar esta entrevista y pues esperamos ver los resultados de sus investigaciones. Pues muchísimas gracias.

W: Gracias

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