De verdad que es duro para mi aceptar la partida de Germán Dehesa. No hace mucho lamentábamos la muerte, tanto de Saramago como de Monsiváis, y ahora le tocó turno a éste gran escritor y columnista mexicano. Uno siempre lamenta la partida de la gente que admira, en mi caso, los escritores que leo, tienden a tener mucha importancia en mi vida, digamos que son una especie de presencia inasible con la que siempre cuento, consulto y frecuento. Pero en el caso particular de Germán, lo lamento profundamente porque además lo admiraba e incluso aspiraba a parecerme, al menos, un poco a él. Se que esto que acabo de decir (escribir) es políticamente incorrecto, que un escritor debe pugnar por la originalidad de estilo y todas esas madres, pero que carajo, esas son pendejadas de academia, cosas que repiten los frustrados profesores de Letras que nunca lograron escribir una página decente. En mi caso, me encantaría poder manejar la ironía y el humor negro como lo hacía el maestro Dehesa, reflejar esa capacidad en mi vida, más que en las palabras que escribo a diario.
No es gratuito decir que lo que más extrañaré es escucharlo hablar. Dehesa, junto con Monsiváis, eran dos de las personas más comprometidas con el lenguaje, escucharlos en sus conferencias o en sus platicas en los programas televisivos era un delicia total. El maestro Germán era un hombre comprometido, un escritor que jamás rehusó su compromiso social. Su "Gaceta del Ángel" era una lectura imprescindible para miles de mexicanos que nos levantábamos con la certeza de que Dehesa estaría a píe de cañón como todos los días, con su pluma crítica y voraz, que jamás puso a disposición de nadie. Amaba el deporte como pocos, uno de los intelectuales que no utilizaban todo su acervo cultural para atacarlo o para mofarse de él, por el contrario, lo fomentaba en cada oportunidad que tenía. Lo único que en verdad me preocupa es ¿cómo carajo va a dormir ahora Montiel?
No es gratuito decir que lo que más extrañaré es escucharlo hablar. Dehesa, junto con Monsiváis, eran dos de las personas más comprometidas con el lenguaje, escucharlos en sus conferencias o en sus platicas en los programas televisivos era un delicia total. El maestro Germán era un hombre comprometido, un escritor que jamás rehusó su compromiso social. Su "Gaceta del Ángel" era una lectura imprescindible para miles de mexicanos que nos levantábamos con la certeza de que Dehesa estaría a píe de cañón como todos los días, con su pluma crítica y voraz, que jamás puso a disposición de nadie. Amaba el deporte como pocos, uno de los intelectuales que no utilizaban todo su acervo cultural para atacarlo o para mofarse de él, por el contrario, lo fomentaba en cada oportunidad que tenía. Lo único que en verdad me preocupa es ¿cómo carajo va a dormir ahora Montiel?
Descanse en paz Germán Dehesa. (1944 - 2010)
1 comentario:
Pues sí,vaya que ha sido un mal año. No sé ni qué esperar ya. La parca anda en el librero, espero que se aburra pronto y se marche por donde vino.
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