miércoles, 21 de septiembre de 2011

Midnight in Paris (un sueño hecho realidad)

París por los años 20 era la capital mundial de la cultura. Todo tipo de artistas (escritores, pintores, cineastas) se congregaron en esta ciudad, dotandola de una mágia especial. Dándole a sus calles la vida que sólo unas pocas ciudades pueden contar. Cuando uno camina por las calles de Paris o de Londres o de la Ciudad de México o de Buenos Aires, uno sabe que la historia que yace baja nuestros pasos no ha desaparecido. Entrar a un café de la Rue de Cherchi Midi o una librería de Montarpanesse es lo mismo que entrar en la casa de los Azulejos o una librería de viejo de la calle Donceles. Subir al metro en Trafalgar Squere o en la Plaza San Martín y participar de esa vorágine particular no es algo que se viva en cualquier lado. Nombres y nombres desfilan ante nuestras anonadadas mentes. Tanto en Francia como en México, el arte se respira, se huele. Se experimenta epidérmicamente. Pocas ciudades en el mundo tienen esa fortuna...


Midnight in Paris es la nueva película de Woody Allen en donde nos muestra la vida insatisfecha de un escritor de guiones americano que sueña con una vida más bohémia, más cercana a Puccini: un pequeño loft en algún barrio parisino, caminar junto al Sena con un baggette bajo el brazo, tomar café y escribir al pié de una catedral milenaria. Caminar por gusto y saberse sin dinero para ser feliz. Sueños de un artista desfasado que encuentra en la magia de ésta ciudad única lo que busca entre caminatas nocturnas y lluvias frescas. Gil emprende un viaje sin retorno a un París enigmático donde descubrirá que todos de una manera u otra estamos insatisfechos, con nuestra vida, nuestro tiempo, nuestra pareja. Las calles de París determinan la historia igual que lo hizo antes Barcelona y Londres e incluso antes que estas, Manhattan. El escenario es retratado de una manera estéticamente única, sus luces, su sonido, su textura. En mi opinion nunca (o al menos yo no conozco otra) ha sido retratada así. Los dialogos llenos de ocurrencias, chistes elegantes, situaciones hilarantes y no menos sopresivas, en suma: todo lo que es Woody Allen está aquí.


Una narrativa literaria y musical extraordinaria que bien cabe dentro del realismo mágico de García Márquez nos lleva de la mano a presenciar momentos clave de la historia del arte del siglo XX en manos de quienes la hicieron. Scott y Zelda Fitzgerald, Cole Porter, Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Braque, Modigliani, Gertrude Stein, T.S. Elliot, Salvador Dalí, Luis Buñuel, Coco Chanel, Matisse, Tolouse Lautrec, Gauguin, Degas, etc., todos y cada uno de los personajes que le dieron vida a un círculo muy específico de aquel Paris. Mientras en otras esferas (que no se retratan en la película porque no viene al caso) están Levi-Straus, Marc Bloch, Lucien Febvre, Sartre, Camus, Miller, Nïn y un inacabable etc.


La maestría de Allen queda expuesta plenamente, a piernas estiradas y con café y cigarrilos a la mano. Una película divertida, ingeniosa y bellamente escrita, estelarizada por Owen Wilson (que sin llegar a deslumbrar, hace su trabajo), Rachel McAdams, Kathy Bates, Carla Bruni (la señora presidenta), Adrien Brody (que está increíble), Marion Cotillard, y más. Sin duda una de los mejores filmes que ha hecho el neoyorkino; un filme que quedará al lado de Annie Hall, Manhattan, Decostructing Harry, Match Point, Vicky Christina Barcelona...


sábado, 10 de septiembre de 2011

Adios a Phil Weigand...

Hace algunos años, cuando aún era estudiante de Filosofía, editaba junto con mi mejor amigo Juan Ignacio una revista cultural. Ya saben, esos proyectos cuando uno es idealista y cree que puede contribuir a un cambio de fondo. En una de esas vueltas que da la vida, fuimos a presentar la revista en un congreso de Arqueología en la ciudad de Zacatecas. Ignacio entonces era estudiante de Arqueología, hoy es un pintoresco Mstro. en Arqueología, investigador y demás fraudes (chiste local) y yo, pues desgasto mis días escribiendo y publicando de vez en vez. Jovenes, llenos de sueños y deseos, una tarde caminando nos encontramos con Phil Weigand en una calle de lo más tranquilo, gozando de la invisibilidad que brinda ser una eminencia mundial en su ramo (arqueólogo). Nadie sabía quién era, como la mayoría de ustedes que hoy leen esto no lo saben; nosotros al verlo nos sorprendimos y a falta de un mejor pretexto nos acercamos a obsequiarle un ejemplar de la revista que editábamos en donde se incluía un artículo de Ignacio sobre las problemáticas de la Arqueología en el norte de Aguascalientes. Nos quedamos hablando por horas con él, fuimos a comer y se unió a la mesa su esposa (increíble mujer) y al despedirnos, con más incredulidad que alegría, le solicitamos una entrevista que incluiríamos en el siguiente número. Esa entrevista ya saben, se edito y reviso, se cortaron las muletillas, dando como resultado una entrevista formal, seria, preparada. El sábado pasado, mientras yo subía un texto sobre la militarización en México me enteré de la noticia de su muerte. Lamenté el suceso. Ustedes se preguntarán como es que una persona puede marcar con apenas unas horas de convivencia, pues bueno, cuando Ignacio emprendió su aventura en la Maestría, Weigand fue su profesor y el ergo ya se sabe. Quería escribir algo sobre su trabajo, pero no soy Arqueólogo, eso se lo dejo a Ignacio, en su lugar, me di a la tarea de buscar aquella grabación que tuvo lugar en medio de una calle, con un cigarro y un café para llevar. Héla aquí sin edición tal cuál la hizo Juan Ignacio, con todos los errores, muletillas, barbarísmos y por supuesto, toda la honestidad y naturalidad con que surgió:


Entrevista a Phil Weigand


J: Iniciamos la grabación, estamos entrevistando al Dr. Phil Weigand, que nos hizo el honor de acompañarnos en el tercer coloquio de estudiantes de Antropología, en la Universidad Autónoma de Zacatecas, hoy 24 de Marzo del 2006. Dr. Weigand muchísimas gracias por concedernos esta entrevista.

WEIGAND: Pues gracias por la invitación, y la invitación también a participar en el coloquio, fue a todo dar.

J: Muchísimas Gracias Dr., quisiéramos preguntarle sobre su trayectoria. Sabemos que es uno de los más importantes investigadores del Centro-Norte y Occidente del país, pero nos gustaría que nos platicara un poco cuál es su formación, de que Universidad egresó y bueno, desde cuándo está usted trabajando aquí en México.

W: Bueno nunca ahh salí, nunca gradué de la secundaria; entonces mi educación es de antes, vamos a decir fue muy preliminar; ahh yo y también Acelia mi esposa, somos de raíces campesinos y ahh sin muchas oportunidades de avanzar en la Estados Unidos ni aquí; y en realidad avanzábamos juntos como una pareja con intereses similares. Mi educación formal a nivel de Universidad, fue en la Universidad de Indiana; donde me aceptaron sin diploma de secundaria; y tuve que tomar cursos pues de matemáticas e inglés entre otras cosas, mi primer idioma no era inglés; con acento y todo lo demás y en realidad sin la capacidad de expresarme al nivel Universitario; entonces fue algo… pues de trabajo para llegar al nivel de mis colegas en la Universidad. Un profesor, John Shnaider; doctor en Historia Antigua, me influenció mucho, y mi primer interés era el Mundo clásico, el Mediterráneo y Antiguo del medio Oriente, y tenía ganas de ir a Instituto de Estudios del Medio Oriente American Institut, en la Universidad de Chicago; me ofrecieron una beca pero sin tener… para vivir en Chicago, una ciudad un poco costoso, y entonces tuvimos que buscar una Universidad Pública; y con suerte pues escogí yo a la Universidad del Sur de Illinois, que tenia presencia de… en ese entonces, de varios profesores de importancia; Walter Taylor y J. Charles Kelly, y gracias a ellos, tuve la oportunidad de tener un trabajo, primero aquí en Zacatecas, aunque no fueran mis primeras experiencias en Arqueología; tuve mis primeras experiencias en Arqueología en Mesoamérica. La tía de mi esposa, Acelia García, era una cronista informal de los pueblitos del sur de Jalisco; ella, antes de que ingresé a la Universidad de Indiana, ella nos llevó a varios sitios, en la cuenca de Sayula, cerca de Sucualco; esos lugares al sur de Jalisco, y me fascinó, sin saber nada de la Arqueología Mesoamericana; entonces, … sin la oportunidad de entrar a un programa de las culturas clásicas, de Medio Oriente, decidí yo pues entrar a estudiar Mesoamérica; está cerquita y los profesores como Armilla, pues también estaban dispuestos a querer educarme por que era yo historiador, todavía sigo siendo un historiador; pero quería educarme en una perspectiva de la arqueología y en un contexto de antropología; porque para mi la arqueología sin este contexto, la arqueología y la historia es diletantismo, no es una ciencia, y entonces… gracias a los dos Armillas y a Kelly, tuve la oportunidad de trabajar aquí en Zacatecas, y mi primer experiencia fue en la zona de aquí de Chalchihuites; ahh Kelly me dio la oportunidad de trabajar en las minas prehispánicas de esa zona, y también hacer en el 63 la excavación de un sitio que se llama Potreros de Calichal, en las afueras del pueblo de Chalchihuites. Y esto si fue toda una experiencia; porque en verdad, este fue el primer sitio en el que yo estuve de encargado de estudiante; y un poco después Armillas me llevó a la cuenca de México a Introducirme a la Arqueología, como Aprendizaje cultural, y este es el tipo de arqueología que todavía me fascina, que es mi fascinación para mi. Cuando empezamos de caminar en manera sistemática en la zona de Teuchitlan, esto fue inspirado primero por unos hallazgos en las afueras de Guadalajara y también la tumbas de […] de el arenal, y también un hallazgo de mi esposa Acelia, el taller de Obsidiana grandísima, monumental, en las afueras del pueblo de […], entonces en al año 70, decidimos, ahh pues todo el mundo esta buscando templos perdidos, y solamente esas tumbas no fueron escarbados por los muertos que esta adentro; por el pueblo, por la idea, idea que también acepté yo, una zona donde no hay, no hay; fue la Zona de Mesoamérica detenido por la falta de cosas, y la falta en realidad, era la falta de investigación, no hay era investigación... pero de todas maneras acepté yo esa definición de no ver, en el occidente, una zona de […] y con elegantes tumbas y nada más; y empezamos a caminar entonces en los sitios de superficie, buscando los pueblitos y todo lo demás, pero lo bueno, lo bueno; encontramos pirámides monumentales, campos de regadío en los… primeros años y un patrón de juegos de pelota y todo esto asociado con […], y esto para mí fue una revelación que no hay creer lógicos, hay que investigar las cosas y dejar los […] del campo hablar por sí mismo, desde llegar a una zona y ver las cosas; puede decir, aquí no hay pirámides monumentales, aunque enfrente de uno hay un edificio de 20 metros, y ehhhh entonces regrese yo a hablar con mis profesores, mis inspiraciones, como […] y me dijo él que: “Mira, lo que tú estas diciendo ahora de estos sitios concéntricos monumentales, y de habitaciones muy extensos, juegos de pelota monumentales; lo que hay que hacer es documentar primero, antes de meterte en excavación, documentar un mensaje cultural, definir mas o menos los limites de la zona, y también documentar mas a detalle, la complicación de esta arquitectura tan rara, tan único”. Entonces este fue pues el aviso que tome yo de comenzar, aunque también, tenía yo esas mismas ideas, por mi experiencias anteriores. Por 20 años eso es lo que hicimos, cada oportunidad de hacer más en los campos, con vuelos avionetas, para tomar nuestras propias fotografías, marcar las trazas y todo lo demás, y trabajar intensamente en esta documentación de un paisaje cultural; en una zona de alrededor del volcán de Tequila, y ahí pues supimos que ese era el núcleo, esta civilización, porque afuera de estos valles, alrededor del volcán, las culturas eran mucho más simples al mismo tiempo […], entonces ahh… con las primeras publicaciones, que yo creo que los otros arqueólogos de Mesoamérica, no los creyeron, porque la arquitectura era tan raro, y otro arqueólogos dijeron: “Mira Felipe cuando tu no encuentres una pirámide cuadrado, la erosión a veces se ve como es redondo; en Mesoamérica no hay esas cosas”, Si vemos, y entonces yo ya sabía que eso no era cierto, que esos eran círculos concéntricos muy obvios, en la mataficación, en las fotografías, pero también […] nos dio un aviso, nos dijo: “Miren, hay que inventar, ehhh tres puntos, en la literatura, pero también va a haber conferencias, y no hay que rendir, hay que argumentar y no hay que dejar que la idea de “no hay” dominar la arqueología Mesoamericana en el futuro”. Entonces, con esos apoyos de gente como […] y muchos otros también andaban; no era pocos, eran muchos. Viendo la información, no creyó, y también muchos de esos investigadores […] nos visitaron, a ver los sitios con sus propios ojos; y a través de los años pues, esa documentación, al fin convencimos a una investigación que trabajara de financiar excavación; ya era tiempo… casi 30 años de investigar en superficie, ya era tiempo de hacer excavación; aunque antes de nuestra excavación en los Guachimontones, por eso […] y otros señores, has excavado sitios, como […] con arquitecturas ceremoniales muy particulares; entonces… con el apoyo de jóvenes, más jóvenes que yo, que es arqueólogos, como Lorenzo, que es parte de nuestro proyecto y Javier Galván, empezamos de convencer los políticos, para apoyar la excavación de gran escala en la Guachimontones, que es el sitio más importante de esta población; y ya estamos en el séptimo año, y tenemos mucha superficie, de… el sitio tiene 19 hectáreas, y hemos explorado por la excavación todos los edificios grandes y hemos excavado como el 25% del espacio de este recinto, y el apoyo del colegio de Michoacán siempre ha sido muy importante; todos los entrevistadores del colegio de Michoacán, empezando por Luis Gonzáles, Enrique Marín, Carlos Alarcón , y hoy en día Rafael Diego, nos han apoyado en una manera ideal; dándome la oportunidad de trabajar, en el […] de tiempo completo, pero en el campo, de tiempo completo a la vez sin muchas responsabilidades, en Zamora, hoy en día la Piedad. Esta fue una oportunidad ideal del Colegio de Michoacán, ideal, sin mucha burocracia, sin el tipo de burocracia que existe por ejemplo en el UDG, y con muchas oportunidades y apoyos financiables también; en ayudarnos a desarrollar nuestro programa de investigación. Mi colega constante en todo este trabajo ha sido Acelia García, mi esposa, pero hay muchos otros también, en los años 60’s […], Lorenzo López, Christpher Pickman, la de la Universidad de Colorado, Javier Galván de INAH de Guadalajara, y entre muchos otros personas, algunos que presentaron ponencias aquí en este congreso.

J: Y Doctor, ya para finalizar, y dado, tantos años de trabajo, tantos años de estudio; cuáles son las siguientes metas, o los siguientes objetivos de la Institución del Colegio de Michoacán y de sus investigaciones en el Occidente.

W: Bueno, estamos para completar las excavaciones de investigación y las restauraciones del recinto de los Guachimontones; pero hay un recinto también protegido adentro del […] de INAH del estado de Jalisco, que hoy en día es dueño de esos dos recintos; el recinto cuate, vamos a decir, es Loma Alta a unos 500 metros y toda la zona habitacional entre los dos recintos; es una zona habitacional de miles de hectáreas, y hay total 40 recintos en la antigua ciudad. En loma Alta, es en donde en el futuro, después de este año, si hay obviamente apoyo, como tu sabes, vamos atener una elección en Jalisco y quien sabe si el gobernador entrante va a poner interés en estas cuestiones; pero si hay apoyo entonces el año que viene, vamos a concentrarnos en Loma Alta; ojalá tener nuestras excavaciones terminados de los Guachimontones. Tenemos otro proyecto, en colaboración con […] de UDG Lagos en el palacio de […], un […] monumental, que representa la época post […] y es un edificio muy monumental, estilo… pues hay un dibujo de este tipo de edificio en el […], en el centro de México, aunque esta arquitectura tiene su origen en el bajío me parece, y este edificio tiene 125 metros por cada lado; obviamente era un centro de administración sumamente importante en los días post […], y no podemos entender, prehispánica época prehispánica del occidente de México, sin investigar este edificio que es enorme de 450 hectáreas de edificios; y quien sabe si era ceremonial, pero yo creo que si, y también hay bloques de edificios pegados, es un sitio con espacios verdes pero hay un centro muy, muy compactado, la lastima, es que hay un pueblo arriba de la parte central de la ruina; el pueblo de […]; allá en ese municipio, en el pueblo, hemos tenido problemas con los políticos locales, que no quieren un proyecto de arqueología, porque no quieren la presencia de gente de afuera, no quieren turismo; han sido unas administraciones… aunque son de aquí, en general es una mafia de… no tiene contenido […]; un grupo pequeño de personas que manejan el pueblito por sus propios intereses y no quieren la presencia de gente de afuera. Entonces… la Gente de Oconahua, donde se esta encontrando la ruina, ellos si quieren el desarrollo del municipio y ahora contamos con un dote de una organización Internacional, podemos empezar la investigación; la Secretaría de Cultura, no puede entregar resultados al municipio que no quiere participar; entonces… la Secretaría de Cultura quiere participar pero no puede, por el bloqueo de este grupo de gente, pero con los apoyos internacionales si podemos trabajar, ya pedimos el permisa de INAH; y ojalá que en estas semanas vamos a empezar ya. Con un cambio de gobierno en el municipio, ojalá tengamos también un cambio de opinión, sobre el valor del recurso hermosísimo que tienen ellos en la arqueología. Este edificio es del tamaño del Palacio de Gobierno de Guadalajara, entonces, no era un palacio municipal, era un palacio de un territorio dominado por este edificio administrativo. […] Entonces… hay aventuras todavía en el futuro, si ojalá que… pues obviamente no voy a tener dos vidas pero si, esas son cosas por el futuro, por mis colegas y estudiantes y ojalá algunos de aquí también.

J: Ojalá, Dr. Weigand le agradecemos mucho la entrevista y la colaboración; y de nueva cuenta ha sido un honor tenerlo a usted en nuestro coloquio y pues darnos la facilidad de poder realizar esta entrevista y pues esperamos ver los resultados de sus investigaciones. Pues muchísimas gracias.

W: Gracias

sábado, 3 de septiembre de 2011

Hay golpes en la vida... tan fuertes, yo no sé

Las calles de nuestro país, que antiguamente le pertenecían a los ciudadanos, se han convertido una extensión más del largo brazo de la política del terror en la que hemos vivido los últimos cinco años. El paisaje habitual ha cedido su lugar colorido y desgarrado al verde mate de nuestra realidad. Es “normal” ver al ejercito en la calle realizando rondines policiacos con toda impunidad. Las esferas del crimen organizado son otro aspecto del cuadro inamovible de nuestros días. El ejercito por un lado y el crimen organizado por el otro (en cualquiera de sus manifestaciones, que van desde los meros narcomenudistas, ordeñadores de combustibles, secuestradores, tratantes de blancas, políticos, presidencte de la república, etc.) han sometido a la sociedad entera a un encierro por demás impredecible en alcances y distancias.
No hace mucho Alejandro Encinas confesó que mientras formó parte del paro del 2006, mantuvo una línea de diálogo abierta con el gobierno saliente: el Presidente Vicente Fox y su entonces secretario Ramón Abascal, quién en una de esas charlas le comentó que el Presidente electo Felipe Calderón le había pedido-ordenado que usara el ejército para reprimir el plantón. Hoy todo se niega, por un lado Abascal ya murió como para afirmar o negar las palabras de Encinas, por el otro, el mismo Alejandro está en plena contienda por el gobierno del Distrito Federal, mismo cargo que ya ocupó de manera interina y en el otro extremo, tenemos a Calderón que indignado por tales acusaciones no ha salido a emitir un comunicado oficial, aunque no hace falta: El Ejército está en las calles, es todo lo que necesitamos saber. Todo esto no son más que politiquerías naturales: muéstrame un político que no vele por los intereses de unos cuantos y te mostraré la Zarza Ardiente.
El estado de militarización en que vivimos es alarmante. La palabra “guerra” no existía en el vocabulario usual del mexicano -limitado por lo demás-, más que en los libros de Historia y en el cine dominical de los gringos. Hoy todos sabemos/nadie sabe que estamos bajo un estado de guerra abierta, que los caudales de sangre que corren en las cunetas, otrora ríos, hoy avenidas principales de cualquier lado, es tan innegable como injustificado. Los diarios amarillos, rojos, azules o verdes han hecho su agosto con las innumerables muertes que hay a diario: a río revuelto, ganancia de pescadores. El Ejército ha venido a formar parte de nuestra vida cotidiana, al igual que la muerte y el miedo.
Esto no tiene nada nuevo, nos resulta cercano, familiar, nos hemos acostumbrado. Hoy nada nos dice la frase de panfleto: 2 de octubre no se olvida. Claro es que si bien la fecha como tal no se olvida, el evento no nos dice nada. La memoria es flaca y por demás bulímica. Esos registros no existen en el inconsciente colectivo. Hoy son más parte de la historia oral de un pueblo, que de la historia oficial de una nación: mito, leyenda trágica, sino inexpugnable. El levantamiento armado del 94 es un accesorio del poder para legitimar su supuesto compromiso democrático de libre expresión. No juzgo la validez del movimiento, que por lo demás me parece que vio luz con fuerza propia y proclamas legitimas que con el tiempo se han convertido en discursos trasnochados que persiguen intereses personales: buscar la igualdad mediante el reconocimiento de las diferencias es también otra forma de decir que todos somos iguales: pero hay unos más iguales que otros.
Hoy el ejército se ha convertido en la criada de la presidencia de la república. Levanta sus trastos rotos, limpia los muebles empolvados y lava los calzones balaceados en casa de todos. Retenes y retenes que operan en la total impunidad discriminando y separando a los pobres de los ricos. Se resguardan detrás de las faldas de La Ley de Armas de Fuego y Explosivos, igual que niños detrás de sus madres. Rompen el florero y nadie dice nada. La constitución con la que se llenan la boca en defensoría hoy es más un objeto de culto digno de exhibirse en el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec; ningún lugar hubiera servido más para tenerlo: Un Falso monumento que cuenta una Falsa historia para defender los Falsos derechos de un pueblo Falseado.
Roban, violan, asesinan a la luz pública con la consigna de que su papá es el dueño del florero. El artículo el artículo 16 de la Constitución vigente que, a la letra, dice: Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal de procedimiento; sirve de broma ocasional, chiste local que cuentan en las comilonas de San Lázaro. La llamada guerra contra el Narco no es más que un juego de poder digno de adolescentes que tratar de suplir sus complejos fálicos mediante imposiciones físicas.
¿Cómo soportar mientras tenemos hambre? ¿Cómo no indignarse mientras nos escupen en la cara? Es fácil, sigan sentados viendo los noticieros de López Doriga, sigan el twitter de Ciro Gómez Leiva, admiren el sentido de la moda de Dennise Merker, por decir algunos. Sigan comiendo de la mano de la gente que les dice que el Ejército y la Policía son aliados de Bruce Willis y que de un momento a otro todo se va a resolver, el trauma nacional de ver niños muertos se olvidará antes que los nombres que los distinguían. Sigan creyendo que esto no les pasa a ustedes y que el gobierno no les miente. Que la gente calcinada en la guardería o el casino son casos aislados. Sigan caminando por la senda de la certidumbre que les brinda la tan afectiva y cálida ignorancia. Ese es un modo de soportar lo que está sucediendo: No denunciando los abusos de las autoridades. Sigan marchando vestidos de blanco, ya ven que buenos resultados ha dado. Sigan gritando consignas y llenándose la boca de discursos panfleteros y vacíos; sigan cantando consignas que nada tienen que ver con nosotros. Sigan portando playeras y eslóganes de gente muerta. Ya ven que eso ayuda. En suma, sigan diciéndole al gobierno que puede hacer lo que quiera, al fin: marchas, proclamas y discursos, son sólo una muestra más de que perro que ladra no muerde.