lunes, 7 de diciembre de 2009

Los Límites del Control

Es muy interesante, hace mucho tiempo Cortázar escribió que todo podía comenzar con una cajita de cerillos, por mi parte, recientemente escribí un cuento en donde todo comienza precisamente con una cajita de cerillos, imaginen mi sorpresa cuando me encuentro con una película en donde todo gira alrededor de una cajita de cerillos.
Los Límites del Control, la más reciente película de Jim Jarmusch, es la historia de un hombre solitario, que en busca de cumplir el trabajo para el que fue contratado se enfrenta a las grandes interrogantes de la humanidad: ¿Qué es la ciencia? ¿Qué es el arte? El cine, la música, la pintura. ¿Dios ha muerto? Todo comienza en un Aeropuerto de París, donde este hombre solitario, se reúne con sus contratantes y recibe las primeras indicaciones de su tarea. Todas ellas (las indicaciones) en una clave a manera de frases inconexas: El universo no tiene centro ni bordes; La vida no vale nada; El que se tenga por grande, que se vaya al cementerio… entre otras. Y tanto este personaje, aparentemente camerunés, como nosotros mismos, no adentraremos en una historia de profundidades inesperadas. Del aeropuerto de París al museo reina Sofía en Madrid, de algún apartamento en Sevilla a algún lugar desértico de México, y sobre todo, una cajita de cerillos; todos estos sitios y elementos, son el escenario que harán de este viaje un navegar en aguas turbulentas.
Los límites del Control es una película grabada completamente sobre planos fijos, con una fotografía engañosa, aparentemente ordinaria (la clave esta en el aparente), haciendo un homenaje claro al cine de Hitchcock. Con una narrativa, que bien pudo haber sido llevada por el maestro David Lynch y una actuación fenomenal por parte de Isaach De Bankolé, y una serie de participaciones especiales, entre las que destacan las de: Luis Tosar, Tilda Swinton, John Hurt, Bill Murray, Gael García Bernal, entre otros; hacen de esta cinta una gran opción para pasar un rato de lo más placentero. Espero disfruten de esta enorme película y después me cuenten que les pareció. Au Revoir!